En pocas semanas llegará el momento del cambio de temporada en el ropero y también en el zapatero. Se acaba el invierno, los zapatos frescos toman el relevo. ¿Cómo guardar nuestro calzado invernal hasta el próximo uso?
El cuidado regular mantiene el valor de los zapatos. Si desea que sigan como nuevos, es importante limpiarlos minuciosamente y darles algún tipo de mantenimiento.
1. Limpieza
Antes de cuidarlos, debe limpiarlos. Elimine la suciedad áspera con un cepillo, un paño húmedo o una esponja. Presta atención al tipo de cuero. El cuero suave y sensible se limpia mejor con un paño suave o una esponja. El cuero áspero también se puede limpiar con un cepillo de crin natural. Dependiendo del material, utilice jabón para cuero o espuma limpiadora especialmente desarrollada para el cuidado del calzado. No utilice limpiadores domésticos, podrían dañarlo. ¡No olvides limpiar la solapa, el talón y la suela!
2. Secado
Antes de que pueda comenzar con el cuidado, deje que los zapatos se sequen. La mejor y más suave forma de hacerlo es a temperatura ambiente. Un molde de zapatos los mantendrá en con la forma durante este proceso. No se ponga los zapatos mojados directamente, déjelos secar. Rellénelos con cuidado con papel de cocina o periódico para absorber la humedad. Solo entonces aplique el producto protector. No los coloque zapatos sobre o delante de la calefacción. ¡El secado rápido hace que el cuero se vuelva quebradizo!
3. Cuidado
Utilice productos de cuidado adecuados para el cuero o el material de los zapatos. Si desea avivar el color, aplique betún en el tono apropiado (o más claro). Los cueros engrasados agradecerán una porción de grasa adecuada. La mejor manera de cuidar tus zapatos es colocándolos en una molde de zapatos. Así el producto de mantenimiento penetrará en los pliegues. Después del secado, pulir el producto de cuidado, con una gamuza, alisar las fibras con un cepillo y finalmente impregnarlas para su protección.
4. Almacenamiento
Para asegurarse de que sus zapatos sobrevivan el verano en el armario, piense en cómo quiere guardarlos. ¿El trastero o el armario? ¿En cajas por pares o simplemente en una caja grande? Si sigue nuestros consejos, sus botas y zapatos de invierno sobrevivirán el resto del verano sin sufrir daños. Y estárán listos para su uso en invierno.
- Guarde sus botas en un lugar aireado y seco. De esta forma se evita el desarrollo de olores o moho.
- Los zapatos necesitan respirar, así que no use bolsas de plástico para guardarlos, sino bolsas de tela permeable o la caja de zapatos.
- Guárdelos ordenados. Si los apila uno encima del otro en una caja, el material superior podría doblarse y dañarse a largo plazo.
- Si su sótano tiene mucha humedad, no es el lugar adecuado para sus zapatos.
- Mejor en oscuridad. La luz solar puede hacer que el material se desvanezca y se vuelva quebradizo.
- Es mejor guardar los zapatos y botas en un molde. ¡Se suavizarán las arrugas y no perderán la forma!